París se zambulle en su historia: el Sena reabre oficialmente al baño tras más de un siglo
- Soraya Vittola
- 6 jul
- 2 Min. de lectura

5 de julio de 2025. Por primera vez desde 1923, los parisinos y turistas pueden volver a bañarse legalmente en el río Sena. Una reapertura histórica que no solo marca el fin de una prohibición centenaria, sino también el comienzo de una nueva era ecológica y urbana en la capital francesa.
Un proyecto titánico con vocación olímpica y ecológica
La transformación del Sena fue posible gracias a una inversión de más de 1.400 millones de euros destinada a modernizar las infraestructuras de saneamiento y garantizar la calidad del agua. El proyecto, impulsado en gran parte por los Juegos Olímpicos de París 2024, representa un hito de reconexión entre ciudad y naturaleza.
Entre las obras destacadas se encuentran:
La construcción de un depósito subterráneo de 50.000 m³ para contener aguas pluviales y evitar vertidos al río.
Nuevas plantas de tratamiento como la de Austerlitz, que interceptan contaminantes.
Un sistema de monitoreo diario en tiempo real que detecta bacterias como E. coli y activa alertas sanitarias.
Tres zonas para nadar (y soñar)
Desde el 5 de julio al 31 de agosto, el baño está autorizado en tres puntos clave del centro de París:
Muelle de Grenelle (cerca de la Torre Eiffel)
Frente a la Isla de San Luis (a pasos de Notre-Dame)
Bercy (junto a la Biblioteca Nacional)
Cada zona cuenta con:
Duchas, vestuarios y escaleras de acceso
Vigilancia de socorristas
Control de aforo (150 a 700 personas según el sitio)
Acceso gratuito y regulado por la calidad diaria del agua (semáforo verde, amarillo o rojo)

Condiciones y requisitos para bañarse
Para disfrutar de este privilegio acuático en pleno corazón de París, los bañistas deben:
Saber nadar
Llevar una boya de seguridad atada a la cintura
En algunos casos, superar una breve prueba de natación
Además, está terminantemente prohibido bañarse fuera de las zonas autorizadas, bajo riesgo de sanción.
Un legado olímpico y climático
El Sena no solo vuelve a estar limpio. Vuelve a ser útil, público y simbólico.
Según la alcaldesa Anne Hidalgo, esta reapertura es “un sueño de infancia hecho realidad” y forma parte del legado olímpico que París quiere dejar al mundo. En un contexto de cambio climático y olas de calor más frecuentes, recuperar ríos urbanos como espacios de alivio y recreación se vuelve una necesidad más que un lujo.
Lo que viene: más zonas de baño y vigilancia permanente
Las autoridades ya planean habilitar nuevas zonas de baño en los próximos años, tanto en el Sena como en su afluente, el río Marne. Por el momento, más del 80% de los análisis de agua cumplen con los estándares europeos, aunque los días de lluvia intensa aún pueden generar cierres temporales por seguridad sanitaria.
La reapertura del Sena al baño no es solo una mejora ambiental: es un gesto de reconexión entre París y su río. Un modelo de adaptación urbana frente al cambio climático, que combina tecnología, inversión pública y visión a largo plazo.
París vuelve a mirar al Sena. Esta vez, para sumergirse en él.
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